La Energy Boost es el modelo icónico de adidas running, porque fue la primera zapatilla en que la marca alemana presentó su revolucionario sistema de amortiguación de retorno de energía sin fin, en colaboración con la empresa BASF. Si bien la Energy Boost 2 no conllevó cambios realmente significativos, ahora es el turno de la última versión, la Energy Boost 3, que incorpora cambios por todos sus costados.
Evidentemente, y gracias a su excepcional rendimiento, la tecnología de amortiguación Boost no se toca en la mediasuela. Además en el borde de esta parte de la zapatilla se incluye una capa de EVA favorece la pisada neutra del corredor.
Sin embargo, las novedades de la Energy Boost 3 vienen a incrementar su peso, pero en beneficio de obtener una mayor estabilidad. En este sentido, la suela incorpora mayor cantidad de goma AdiWear para reforzar la amortiguación y el agarre, pero que aparece separada por la pieza plástica del conocido sistema Torsion en el mediopié, ofreciendo mayor estabilidad y flexibilidad, pero también prolongando la durabilidad de la zapatilla.
El upper de esta zapatilla de entrenamiento para corredores de pisada neutra destaca por la tecnología Techfit, que resulta muy flexible y aporta una sujeción más natural. Así, la parte superior se presenta sin costuras, lo que permite que el ajuste al pie quede como un guante.
Y otro detalle que no conviene obviar de las Energy Boost 3 es la estructura FitFrame, definida con un diseño tridimensional de TPU moldeado, no sólo permite un ajuste más seguro en la parte trasera, sino que añade más estabilidad en la zona del talón.
El drop de la Energy Boost 3 se mantiene en los 10 milímetros (altura: 32mm en el talón, y 22mm, en el antepié), pero su peso pasa de los 280 gramos a los 310 gramos en talla 42,5 de hombre, y a los 266 gramos en talla 39 europea para la versión femenina.
Adidas Energy Boost 3